Vívola

Querido Pedro,
Casi sin palabras, seriamente afectada por los celos, la envidia, la impotencia, el afán de posesión, el quieroynopuedo, con el nudo en la garganta, tus preguntas formuladas sin respuestas por mi parte, los ojos estúpidamente humedecidos y un extraño y casi olvidado peso en el alma después de haberte leído...
Con todo eso, te informo que cierro un par de perfiles, planteándome muy seriamente cerrar el principal. Sin faroles. Todo es por ti, y eso incluye los silencios, ahora te lo digo.
De corazón espero que con estos mensajes en tu libro de invitadas revientes como un globo al hincharse tu ego. Esta vez seré yo la de la pistola en el casino. Jardiel interactivo, creo que lo llaman.
Cuando gustes, bórralo. O no. Yo te recomendaría que lo dejaras el tiempo suficiente para que te lean; eso te hará aún más irresistible, si cabe. Luego sí... luego deshazte de esta parrafada, por el bien de los dos.
Tuya, mucho más afectísima (y afectadísima, en fondo y forma) de lo que le gustaría,
VívoladeTodoaCien
Ni el mismísimo Jardiel hubiese podido poner unas palabras que destilasen tanto drama irónico en boca de Vívola.
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